El gemelo solitario

También conocido como gemelo aislado, gemelo perdido o gemelo evanescente.

Los datos actuales reflejan que un mínimo de un 10% de los embarazos son múltiples. Y de estos, solo 1 de cada 8 acaba dando gemelos.

Esto significa, que mínimo 8,75 personas de cada cien han experimentado la compañía y pérdida de un gemelo embrión en el útero.

Esto no tiene por qué dejar ningún rastro físico si el gemelo muere en las primeras semanas de gestación. El tejido fetal es absorbido por el otro gemelo, o por la placenta. Solo en algunas ocasiones si se produce un sangrado en la madre.

Por lo que nos centraremos, en este artículo, en las huellas emocionales.

Presenciar y vivir de cerca la muerte de un gemelo deja unas huellas profundas en el sentir del hermano superviviente. Como consecuencia de ello, en él se han desarrollado unos sentimientos básicos fuertemente arraigados que conforman la música de fondo de su emocionalidad y que influyen en su vida.

 

La descripción siguiente es un resumen generalizado de sentimientos y emociones, a sabiendas de que cada individuo es único y que las vivencias personales pueden diferir tanto en aspectos concretos como en el grado de intensidad con el que se experimentan:

  • Es común en los gemelos solitarios la sensación de vacío. Les falta algo o alguien y no encuentran la manera de llenar ese agujero negro en su alma. Este vacío le acompaña incluso aunque la persona aparentemente tenga todo en su vida.
  • Como consecuencia, sienten un anhelo de algo que en su memoria se parece a un estado completo y paradisíaco. Esta añoranza de algo perdido que nunca llega. Algo que no encuentran ni en el presente ni en el futuro, les acompaña a todas partes, lo que puede causarles además una sensación de descontento sin razón aparente.
  • Un sentimiento de soledad le es inherente. Se quedó solo al haber perdido a la persona más cercana, que a la vez ha sido la primera relación para él. Dependiendo de los futuros acontecimientos de su vida, sobre todo de cómo sea la relación con la madre durante los primeros años, este sentimiento puede acentuarse o suavizarse, pero no desaparece.
  • Hay una melancolía o tristeza de fondo que, aunque puede ser apenas perceptible en etapas de felicidad en sus vidas, sigue ahí y se hace presente siempre de nuevo. En unas personas este sentimiento puede tener la forma de una profunda tristeza que roce la depresión mientras que para otras puede ser un sentimiento de dulce melancolía en el que se habite casi con gusto. Sin saberlo, tienen un duelo pendiente por la muerte de su gemelo.
  • Muchos gemelos solitarios tienen un sentimiento de culpa. Se sienten fácilmente culpables de todo sin entender la causa. Su origen es que en su momento llegaron a la conclusión de ser culpables de la muerte de su gemelo, lo que con el tiempo se ha transformado en un sentir general. Por eso en su vida se sienten culpables con facilidad, aunque no sepan el porqué.

Para algunas personas se manifiesta más bien como un sentirse responsables de los demás. E n consecuencia, no sienten culpa sino una híper responsabilidad que les hace sentirse responsables del bienestar de todos.

  • Dificultad para disfrutar de la vida.
  • En algunos gemelos supervivientes se desarrolla un enfado. Es el enfado natural de un niño ante la pérdida, la sensación de «me dejaste solo, y por eso estoy muy enfadado contigo». Los niños habitualmente no pasan por un proceso de duelo, sino que se quedan en ese enfado, que con el tiempo pueden llegar a generalizar, enfadándose con su entorno y con la vida misma.
  • Sienten que son diferentes. Que no encajan. Se dan cuenta de que algo les pasa, de que sus sentimientos y pensamientos no encajan en su situación actual y no se entienden. Esto les lleva a pensar incluso que son unos «bichos raros».

Tal como lo expresó una participante de un taller: «en mi infancia sentía que todos hablaban chino, mientras yo hablaba japonés».

  • Movimiento de amor interrumpido. Esta experiencia es vivida de una forma traumática, tiene como consecuencia un cambio profundo en la conducta que se conoce como el movimiento amoroso interrumpido.

Surge un sentimiento profundo de abandono, de desamparo, de no tener amor cuando tanto se necesita y surge una decisión interior de «me quedo solo», «renuncio, me retiro, me aparto de él/ella»…y de alguna manera se cierran a recibir el amor. Hay un sentimiento de reserva, de rechazo, a nivel interno e incluso externo y este sentimiento, también queda grabado, como impronta a un nivel profundo e inconsciente y tendrá consecuencias para la vida posterior, generando la búsqueda continua de amor y el retirarse cuando se acerca a una fuente de amor, para después querer volver a acercarse.

  • Movimiento interrumpido con la vida: tener cambios abruptos de ánimo sin causa aparente y puede pasar de sentirse bien a caer en un estado deprimido de un momento a otro. De golpe le parece que la vida ya no tiene sentido y apenas encuentra energía para seguir con sus proyectos. Después remonta de nuevo  y se siente vital y vivo, hasta que otra vez se vuelve a desanimar.
  • Pueden ser de no tener muchos amigos y preferir las relaciones profundas a las superficiales. Se sienten más cómodos en el tú a tú.
  • En general, les cuesta la despedida y se les hace intolerable una pérdida.
  • Pueden sentir celos descontrolados
  • Sienten un vacío. Esta sensación constante en su interior de la ausencia de algo o alguien, puede que lleven una vida de búsqueda en el intento de encontrar lo que falta y así pro fin llenarlo. Es un anhelo infatigable. Esta búsqueda puede manifestarse de diferentes maneras: viajar por todo el mundo, estar inmerso en una búsqueda espiritual, querer encontrar la pareja ideal o su alma gemela, etc.
  • Muchos, aunque no todos, duplican ciertas posesiones comprando a menudo un par de cosas iguales. Van con la intención de comprarse una camisa y vuelven con dos.
  • Cocinan para dos o siempre sobra comida para una persona más. Pueden también comer solo la mitad de su comida, dejando el resto a la espera del gemelo.
  • Pueden comer por dos. Ocupar por dos.
  • Trabajar por dos. Tener dos trabajos. Dos carreras.
  • Estar muy cansados o necesitar dormir mucho. Sentir que no se duerme lo suficiente.
  • Algunos buscan inconscientemente la muerte, lo que se puede manifestar mediante una tendencia depresiva, un proceso de anorexia, bulimia, consumo de drogas, autolesiones o suicidio. (éste impulso está causado no sólo por el hecho de ser un gemelo solitario sino por una acumulación de causas).
  • Por el contrario, pueden sentir una gran angustia con todo lo relacionado con la muerte.

Siguen bajo la impresión que les causó la muerte de su gemelo, lo que les produjo una angustia mortal, como si su hermano pudiese arrastrarle con él.

En consecuencia, el gemelo superviviente también desarrolla ciertas creencias sobre sí mismo, el otro y la vida. Estas son algunas frecuentes:

  • Cuando todo va bien, algo malo va a pasar
  • Si soy feliz y disfruto me siento culpable
  • Yo tengo la culpa
  • No hay nadie para mi
  • Voy a perder las personas a las que quiero
  • No tengo derecho a estar en la vida
  • Tengo que ganarme la vida esforzándome por dos
  • En cualquier momento puede pasar algo malo
  • La vida solo quita
  • No puedo con la vida
  • Debería haberle salvado
  • Soy malo. Se fue porque soy malo.

*Bibliografía: Libro El gemelo solitario